En ocasiones necesitamos tener el disco o partición del sistema redundada para no quedarnos fuera de servicio ante una catástrofe.

Pero, hoy, vamos a ver si conseguimos construir un volumen espejado usando las herramientas que Windows 10 pone a nuestra disposición. Desconozco si esto es posible hacerlo en las versiones más básicas de Windows, creo que es una característica de versiones pro o similares.

No debería hacer falta decir que yo me aseguraría de tener una copia de seguridad, o mejor dos, antes de empezar a tocarle las narices a los discos. Pero, oye, aquí cada cual que arriesgue lo que quiera.

Preparar los discos dinámicos

Abrimos el explorador y hacemos clic con el botón derecho sobre mi equipo y a continuación, sobre «Administrar». En el árbol de la izquierda abrimos «Almacenamiento» y escogemos «Administración de discos».

Ya he introducido un disco previamente. El administrador lo reconoce y pide inicializarlo. Elijo MBR, aunque creo que va a dar un poco lo mismo.

Los discos, por defecto, están en formato de disco básico. Para poder espejar el disco, es necesario convertirlo a disco dinámico. Hacemos click sobre el disco y seleccionamos “Convertir en disco dinámico”. Nos advertirá de que no se podrá iniciar ningún sistema operativo aparte del que está en ejecución tras esta operación.

Yo solo tengo uno, así que, para adelante.

Ahora, ya no hablaremos de particiones, sino de volúmenes, como los volúmenes lógicos de linux. Si los discos tienen diferente formato, uno es MBR y otro GPT, no nos va a dejar crear espejos, por lo que será necesario cambiar el formato de uno de los discos. Evidentemente, cambiaremos el formato del disco que no tiene datos. Para convertir el disco de GPT a MBR o viceversa encontramos la opción en el menú contextual del disco.

Crear los espejos. Volúmenes reflejados

Cuando ambos discos tengan el mismo esquema de particiones, podremos espejar los volúmenes. En este caso, coinciden con las particiones que existían al principio. Click derecho en el volumen que quieras duplicar, y elegimos, “Crear reflejo”. Inmediatamente, veremos que aparece un nuevo volumen en el disco nuevo, y comenzará un proceso de sincronización de los discos. Esto es que se está copiando el contenido del primer volumen al nuevo.

Durante este proceso de sincronización, va a aparecer una señal de advertencia en el segundo disco.

Finalmente, podemos reiniciar para comprobar que todo arranque correctamente.

Reiniciar y que siga funcionando

Al reiniciar, en mi caso inicia el gestor de arranque ofreciéndome dos opciones. Solo arranca la primera. He duplicado la partición de arranque, y el cargador, ahora detecta dos sistemas. ¿Es posible que arranque desde cualquiera de las dos? Posiblemente se pueda hacer algo para conseguirlo, pero hoy no toca.

Cuando el sistema está cargado, abro el navegador de archivos y veo que solo tengo un disco C, aunque en realidad se refiere al volumen. Al ser un volumen reflejado, no tiene sentido mostrar dos unidades diferentes y se muestran como una sola.

Además, también se muestra la partición de arranque secundaria (esa que no arranca) como un volumen reservado para el sistema.

De modo que,

• ¿Se puede hacer un espejo o raid-1 en Windows 10? Sí
• ¿Se puede hacer un espejo de volumen (especial) de arranque? Sí, pero igual no es arrancable.

— Ya, ya, pero no me has enseñado si de verdad ha quedado todo espejado…—

Pues sí, mira: